LA PAZ, Bolivia.- El Estado Plurinacional de Bolivia, donde casi el 50% de su población se reconoce indígena, celebró ayer el Día de los Pueblos Indígenas del Mundo con un ritual ante Saphi, una niña inca momificada que las autoridades recuperaron del museo estadounidense de Michigan.
“Presentamos a nuestra abuela niña inca, a nuestra hermana que regresó”, expresó el presidente Luis Arce Catacora, en la ceremonia en el Museo Nacional de Arqueología, en el cual Saphi permanecerá ahora.
El jefe de Estado destacó el hecho de contar en esa instalación con los restos de Saphi en una fecha internacional conmemorativa “como justo y reconocido homenaje a nuestros pueblos originarios”.
“Lo más importante para una persona es nunca olvidarse de dónde venimos. Sentirnos absolutamente orgullosos de todo ese pasado cultural que es la rica identidad que tenemos por nuestros pueblos indígenas aquí en nuestro país”, dijo Arce Catacora.
Este día se conmemora desde 1995, año que marcó el inicio del Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas para reconocer a las tradiciones, valores, idiomas y costumbres de las comunidades originarias y su aporte al fortalecimiento de culturas nacionales.
La ceremonia ritual de ayer, ante los restos de Saphi (que quiere decir “raíz”, en quechua), bajo el nombre de Sutiyaqi (nombramiento), fue presidida también por el vicepresidente David Choquehuanca.
Saphi recibió ese nombre en una ceremonia ancestral, simbólica y patrimonial “que reivindicó la memoria histórica y cultural de los pueblos en su reencuentro con el presente”, explicó la Agencia Boliviana de Información.
Según las proyecciones de 2017 del Instituto Nacional de Estadística, el 48% de la población boliviana mayor de 15 años es de origen indígena.
De los 36 pueblos reconocidos en el país, habitan en los Andes en su mayor parte los de habla quechua (49,5%) y aymara (40,6%), que se autoidentifican con 16 nacionalidades.
También explico que la importancia de este ritual de nombramiento es el de recuperar la armonía entre los pueblos bolivianos. “Volveremos al camino de la paz, del respeto, de la integración, dijo Choquehuanca.
El cuerpo de la niña, de unos ocho años de edad, data del periodo intermedio tardío y el incario, ubicados entre los años 1150 y 1532. Un ajuar de textiles, cerámicas y plumas la acompañaban. (Especial)